Publicado el 26-04-2024 en UCC
Aprender enseñando: intercambio en Alemania
Nuestro docente Gustavo Scarpetta participó de un intercambio en Alemania y compartió experiencias con estudiantes de todo el mundo.
Gustavo es docente de nuestra Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, donde enseña Comercio Internacional. En el marco de nuestro programa de intercambio viajó a Alemania para dictar el curso Haciendo negocios con América Latina.
La experiencia de Gustavo tuvo lugar en la Universidad de Viadrina, ubicada en Frankfurt Oder. Desde su restablecimiento en el año 1991, Viadrina tiene como concepto reunir a jóvenes de todos los rincones del mundo, ideal que ha llevado a la institución a ser miembro activo de prestigio en la comunidad de universidades alemanas y europeas.
¿Cómo viviste la experiencia desde el inicio?
Cuando fuí elegido fue alegría y nervios a la vez, porque fue la primera vez en inglés y tuve que armar todo el material en el idioma, desde las formas hasta los ejemplos. Fue un desafío muy grande.
El llegar fue toda una experiencia. Tienen una casa grande donde te reciben como profe, con muchas reglas, como buen alemán. Sobre todo en cuanto convivencia, asistencia, cómo tratar a los estudiantes y calificarlos.
Vivía muy cerca de la universidad, con muchas comodidades. La ciudad es muy pintoresca, es lindo como experiencia.
¿Qué fue lo que más te impactó?
Lo que más me shockeó, fue que ellos hacen mucha referencia a que el 27% de los estudiantes son extranjeros y en el caso del curso, más de la mitad lo eran. Puntualmente de Polonia, Francia, España, Nigeria, Siria y Turquía. Esto se nota mucho porque cada uno cuenta cosas muy distintas de su experiencia en Europa y de lo que viven al llegar a Alemania.
Percibí que tienen un nivel muy alto y mucha calidad académica. Así que fue una experiencia muy intercultural e interesante. Creo que aprendí más de lo que pude enseñar.
¿Cómo era un día normal en Alemania?
Daba clases a la tarde, a veces a la mañana salía a hacer un poco de compras. También aprovechaba para visitar algún lugar que estuviera cerca.
Pero en la diaria asistía al comedor de la universidad, donde todos comen y es muy económico. Almorzaba a las 12, a las 14 empezaba la clase y terminaba a las 18 cuando ya era de noche. Las rutinas de horarios son bastantes diferentes, a esa hora ya estaba todo cerrado y las personas a punto de cenar.
Visité Berlín (Alemania) y también Bélgica, lo viví desde otro lugar, con toda la historia de renacer con el muro de Berlín y en Bruselas me encontré con una ciudad muy linda con muchos organismos internacionales, recomendable para todos los que estudiamos economía o economía internacional, ya que es un lugar en el que se cocina mucho de lo que está pasando en el mundo.
¿Y de Argentina que te preguntaban?
Me preguntaban mucho por Messi, el Papa, el fútbol, Maradona y por qué éramos tan locos cuando festejamos el fútbol.
El valor del intercambio
Fue un desafío muy grande, muy divertido. Muchos nervios al principio, pero después disfruté del encuentro, de poder escuchar las historias de cada uno de los estudiantes, sobre todo de los extranjeros que vivían ahí y conocer qué los unía a Alemania y a Latinoamérica.
La experiencia fue riquísima, desafiante y creo que todos tenemos que intentar hacerlo. Así que los invito a profes y estudiantes a sumarse a los diferentes programas de intercambio para visitar alguna universidad del mundo.