Publicado el 23-10-2024 en UCC
Crianza y desarrollo en la primera infancia
Haciendo hincapié en los derechos de la niñez, nuestro equipo investiga e interviene en salas cuna y otros establecimientos de la provincia de Córdoba.
Entre sus resultados encontraron que hay una relación directa entre los cuidados parentales deficitarios y los problemas de desarrollo en la niñez. Además de recabar y cruzar información, el grupo de investigación realiza intervenciones con las madres y con los principales cuidadores de las salas, para apuntalar estas competencias y mejorar en la práctica cotidiana el acompañamiento a niños o niñas en el hogar.
Dialogamos con Ana Faas, directora del equipo en nuestra Facultad de Educación.
¿Cómo llevan adelante este trabajo?
El trabajo se realiza en distintas salas cunas y centros infantiles de la provincia de Córdoba con instrumentos como una escala de parentalidad, que valora fundamentalmente las competencias vinculares, protectivas, formativas y reflexivas de quienes están criando el niño o la niña. Valoramos el estado del desarrollo general global de los/as niños/as, la asistencia a los servicios y hacemos algunas entrevistas en relación al acceso a los derechos. Trabajamos en conjunto con la Defensoría de niños, niñas y adolescentes, con la Facultad de Psicología de la UNC, y con el programa de Salas cuna a las que tenemos acceso a través del programa con Perkins Internacional desde la UCC. También utilizamos el PRUNAPE.
¿Qué es PRUNAPE?
En realidad, lo que tomamos inicialmente es el PREPRUNAPE que permite una valoración sobre los riesgos para el desarrollo. Es una escala que valora el estado de desarrollo infantil, tomando como referencia, por un lado, las competencias motoras finas y gruesas, y por otro las sociales, lingüísticas, y en general todas las áreas del desarrollo. Concretamente se evalúa a partir de determinar si está presente o no una habilidad o competencia que sería esperable para una edad del desarrollo determinada. Se toma en la primera infancia. Después existe el PRUNAPE que profundiza y efectivamente identifica con mayor precisión.
¿Cómo se aplica la escala de parentalidad?
Es lo que se llama parentalidad autopercibida porque la completan los padres en función de ítems que refieren a la situación cotidiana y valora competencias vinculares, formativas, reflexivas y protectivas. Es como de autorreflexión respecto a cómo son en la crianza como mamá o como papá y tiene cuatro posibilidades de respuesta respecto a la frecuencia de las conductas (todos los días, a veces, nunca o casi nunca). Los resultados de este puntaje califican dentro de tres zonas en relación a la parentalidad: una zona óptima, una de monitoreo o una de riesgo. Los reactivos (o preguntas) son del tipo, ¿puedo anticiparme a las reacciones que va a tener mi hijo?, ¿le explico lo que espero de él antes de llevarlo de paseo a algún lugar o llevarlo de compras?, las cosas que están permitidas, las que están prohibidas, o ¿me hago tiempo para jugar durante el día o le leo cuentos antes de dormir? De esta forma se van clasificando esos ítems en cada una de estas cuatro competencias.
También se realizan entrevistas a las auxiliares de sala porque la parentalidad está entendida como bien social, como que cualquier adulto, responsable de esa primera infancia del niño, sea familiar o no, debería desarrollar estas competencias para asegurar un buen desarrollo.
¿Qué resultados preliminares se pueden aportar a la sociedad?
Hasta ahora encontramos algunos resultados que indican que los primeros problemas en parentalidad tienen que ver con todas las funciones protectivas y las vinculares. Al mismo tiempo, hallamos una proporción bastante grande, encima del 40% de niños que asisten a las salas con algún tipo de indicador de riesgos del desarrollo. Estas dos cuestiones se relacionan, es decir, las competencias parentales que son más deficitarias, efectivamente son las que tienen más relación con niños y niñas que tienen más problemas del desarrollo. Por lo tanto, podría haber una cuestión ambiental que es muy importante detectar a tiempo y sobre la cual efectivamente podemos intervenir.
¿Cómo se generan las intervenciones?
Asistimos a las salas cunas y realizamos talleres desde el paradigma de la crianza respetuosa, con un enfoque de derechos, y tomando fundamentalmente todo lo que es la literatura en parentalidad positiva. Trabajamos con las madres y con los principales cuidadores de las salas, teniendo en cuenta fundamentalmente cómo podemos apuntalar estas competencias para mejorar en la práctica cotidiana el acompañamiento a este niño o niña en el hogar. Asimismo, hemos realizado talleres presenciales con docentes, como cuidadores/as no familiares, que también tienen una responsabilidad grande en acompañar y apuntalar el desarrollo de este niño.
Hacemos charlas virtuales sobre distintas temáticas que nos consultan, por lo general relacionadas a los vínculos, cuidado de los niños, apego seguro, límites, juego, las maneras de estimular a través del juego, y la estimulación en la adquisición del lenguaje. Básicamente estos son los temas que más nos piden.
Las intervenciones se enmarcan en un programa y servicio extensionista que vincula la UCC y la UNC denominado Apego seguro y desarrollo saludable en la primera infancia.
Finalmente, generamos cartillas que se dividen en tres ejes: uno titulado Casi siempre pensamos… en el que se abordan los mitos, las creencias y preconcepciones; otro es Aprendimos que…, en donde se plasma lo que se vio en el taller y lo que fuimos deconstruyendo y finalmente ¿Qué podemos hacer desde casa?, donde planteamos un acompañamiento y consejos para que les queden a los padres. Los temas que se abordan son los que trabajamos en los talleres y tienen que ver con el vínculo; los límites; juego y estimulación y adquisición del lenguaje.
Son cartillas cortitas, pero bien elaboradas que hacemos con la colaboración de un dibujante y que funcionan como recordatorio de lo que fuimos trabajando. La bibliografía ha demostrado que trabajar con estas cartillas psicoeducativas genera efectos que refuerzan lo trabajado.
¿Podrás desarrollar un poco más el enfoque de parentalidad positiva?
El concepto tiene que ver con el paradigma de la crianza respetuosa y amorosa, que toma al niño como sujeto de derechos. Se trata de un estilo de crianza democrático, a donde se acompaña el desarrollo desde patrones educativos, que no son impuestos desde arriba, verticalmente, sino que son razonados, discutidos, debatidos, a donde se toma en cuenta también la opinión del niño.
Muchas veces se piensa que la crianza respetuosa implica no poner límites, pero es todo lo contrario. Los límites se ponen evitando el castigo o los malos tratos, e intentando de que el niño o la niña entienda la razón del límite, y gestionando acuerdos. Básicamente, teniendo en claro de antemano que se espera de él o de ella para, a partir de allí saber las consecuencias que produce el comportamiento. La crianza positiva también va de la mano de deconstruir estereotipos de género en la crianza, y tiene en cuenta fundamentalmente trabajar con las potencialidades y no tanto con marcar permanentemente los errores y generar castigos.
Condiciones de vulnerabilidad y estado del desarrollo de la primera infancia desde una perspectiva de derechos: la situación de la zona sur y norte de Córdoba
Directora: Dra. Ana Eugenia Faas.
Integrantes: Ana Ribbert (Subsecretaría Discapacidad, Perkins UCC), Marcelo Barilla (Defensoría NNyA, UCC), Karina Medina (Perkins UCC), Mariana Chaile (Perkins UCC), e integrantes de la UNC: María José Ferrero, María Inés Herrero, Lorena Codosea, Roxana Marasca y Diana Rabinovich.