Publicado el 24-04-2025 en UCC
La robótica y la IA en cirugía pediátrica
Pablo Liendo, médico egresado de la UCC y nuevo docente para nuestro Campus en Río Cuarto nos comparte su trayectoria, desafíos y la proyección sobre su especialidad.
Se recibió de Médico en la UCC en el 2000. Desde 2005 fue instructor docente de residentes y jefe de guardia de cirugía en el Nuevo Hospital Río Cuarto "San Antonio de Padua" (NHRC). Paralelamente comenzó su trayectoria como cirujano pediátrico en Neoclínica y en el 2009 viajó a Barcelona para profundizar en esta especialidad.
En esta nota, afirma que “La cirugía robótica más la inteligencia artificial representan un avance significativo en la medicina prometiendo cirugías más precisas, seguras, menos invasivas y con mejores resultados para los pacientes”.
¿Qué te motivó a estudiar medicina y por qué elegiste la católica?
Mis padres eran médicos y todo lo relacionado con esta disciplina me era familiar. Elegimos la Católica por su organización, material disponible, los valores de la institución y sobre todo la educación personalizada. La decisión apuntó a que mis estudios dependieran solamente de mi dedicación a ellos y no interfirieran situaciones ajenas.
¿Qué te llevás especialmente de la UCC?
De la UCC me llevo amigos para toda la vida. El trato y cariño de los docentes y el sentimiento de pertenencia que te da la comunidad de la UCC.
¿Cómo llegaste a Río Cuarto?
Al momento de terminar mi residencia en el Sanatorio Allende de Córdoba ya había formado mi familia. Nací en Cruz Del Eje, pero mi esposa es de Río Cuarto. Cuando inauguró el NHRC, surgió una posibilidad laboral y decidimos continuar nuestra vida familiar en esta ciudad.
¿Qué te llevó a especializarte en cirugía pediátrica?
Descubrí la cirugía pediátrica porque empecé a trabajar en Neoclinica, especializada en maternidad e infancia donde conocí al Dr, Omar Martínez. Empecé a ayudarlo en algunas cirugías y él me animó a seguir ese rumbo. Utilizando mi experiencia en laparoscopía en adultos, trasladándola a la cirugía pediátrica. Para especializarme aún más comencé a buscar rotaciones, me decidí por el Sant Joan de Deu de Barcelona, que es un referente de la cirugía infantil en Europa. Al principio me costó, porque estaba solo. Me ayudaron en mi adaptación: el idioma y la idiosincrasia del país y que al poco tiempo de estar allá llego mi familia.
¿Cómo gestionas un equilibrio entre la intensidad de la medicina con tu vida personal y familiar?
Mi esposa es médica oftalmóloga y entiende los sacrificios y tiempos de la profesión. Mis hijas estudian en la UCC de Córdoba. Nos hemos manejado bastante bien, nos adaptamos y acomodamos a los horarios de todos, intentando no descuidar y tener muchos momentos en familia.
¿Qué te apasiona de tu profesión hoy, después de tantos años de trayectoria? Me apasiona la cirugía y espero poder continuar muchos años pero reconozco que es una especialidad muy sacrificada y con la edad cada vez se siente más el cansancio y el desgaste.
¿Cómo evoluciona tu especialidad o hacia qué apunta?
La cirugía pediátrica ha crecido mucho, en laparoscopia casi a la par de la cirugía general de adultos, los próximos pasos son hacia la inteligencia artificial más la cirugía robótica y están en redefiniendo el futuro en este campo.
La cirugía robótica revolucionó la medicina porque ofrece una precisión sin precedentes y permite a los cirujanos realizar procedimientos complejos con gran exactitud, reducir los tiempos quirúrgicos y de recuperación, minimizando las complicaciones.
La inteligencia artificial entrena la capacidad de las máquinas de aprender y tomar decisiones, cuando combinamos estas dos tecnologías obtenemos una poderosa herramienta.
¿Cómo se utilizan en la práctica?
El cirujano controla un brazo robótico desde una consola utilizando herramientas quirúrgicas pequeñas que se conectan al robot, que a su vez imita los movimientos de la mano del cirujano con precisión, exactitud y delicadeza.
La conjunción de ambas, mejora la precisión y eficiencia de los procedimientos porque permite movimientos exactos y controlados, reducir el riesgo de error humano, analizar datos en tiempo real, y realizar tareas repetitivas con la misma exactitud una y otra vez (sin cansarse ni desconcentrarse). Además, la inteligencia artificial puede reconocer tejidos sanos y enfermos con minuciosidad y así facilitar los tratamientos, ayuda en la planificación preoperatoria analizando los datos de tomografías, resonancias, etc. Permite hacer una reconstrucción en 3D para planificar mucho mejor la cirugía.
Ambas tecnologías representan un avance significativo en la medicina prometiendo cirugías más precisas, seguras, menos invasivas y con mejores resultados para los pacientes.
¿Qué esperas de esta nueva etapa en la Universidad Católica?
Siempre me gusto la docencia. Para esta nueva etapa espero cumplir expectativas, tanto las mías, como las de mis estudiantes y las de la institución, mostrando valores y siendo un “buen” docente
Conocé cómo será estudiar Medicina en nuestro Campus UCC Río Cuarto.